at: At&T Center
Photographer: Yesenia Serrano
August 31 , 2023
Mana, la icónica banda de rock mexicana, subió al escenario del legendario Centro At&T anoche, marcando otro capítulo inolvidable en su legendaria carrera. Con su Gira México Lindo y Querido en pleno apogeo, este concierto fue nada menos que una celebración musical de su amor por su tierra natal y su dedicación a sus seguidores. A medida que la multitud se llenaba de emoción y anticipación, se preparaba el escenario para una noche electrizante.
Antes de adentrarnos en la conmovedora dedicatoria, detengámonos un momento para apreciar la historia y la importancia de Mana. Formada en 1986, la banda rápidamente se convirtió en pionera del rock latino, mezclando elementos de rock, pop e influencias latinoamericanas para crear un sonido distintivo que ha resonado con los fanáticos de todo el mundo. Con numerosos premios, incluyendo múltiples premios Grammy y un lugar en el Salón de la Fama del Rock and Roll, la influencia de Mana en la música latina es incalculable.
Los acordes iniciales de "Labios Compartidos" enviaron una ola de euforia a través del estadio, estableciendo el tono para la noche. La energía de la banda era contagiosa y la multitud respondía con vítores fervientes y apasionados coros. "Mariposa Traicionera" siguió, avivando aún más el espíritu colectivo de la audiencia. Era evidente que la música de Mana había trascendido generaciones, ya que los fanáticos jóvenes y mayores se unían para disfrutar de los éxitos atemporales.
Sin embargo, el momento más conmovedor de la noche ocurrió cuando Mana dedicó su clásica canción "El Reloj Cucú" a Maite Rodríguez, una de las víctimas del trágico incidente en Uvalde. El vocalista principal de la banda, Fher Olvera, se dirigió a la multitud con un emotivo discurso sobre la importancia de recordar a quienes habían sufrido y el poder curativo de la música. Las lágrimas brotaron en muchos ojos mientras interpretaban la conmovedora balada.
A medida que la canción alcanzaba su clímax emocional, la madre de Maite Rodríguez, sentada en la primera fila, fue invitada al escenario. Fue un momento profundamente conmovedor cuando abrazó a los miembros de la banda y la multitud mostró su apoyo con un aplauso atronador. El gesto de compasión y solidaridad de Mana no solo rindió homenaje a Maite, sino que también demostró el vínculo inquebrantable de la banda con sus seguidores y su tierra natal.
A lo largo de la noche, la actuación de la banda fue impecable. La química entre Fher Olvera (voz/guitarra), Alex González (batería), Sergio Vallín (guitarra) y Juan Calleros (bajo) era palpable, mostrando sus décadas de camaradería musical. El diseño del escenario y los visuales fueron un festín para los ojos, mejorando la experiencia general del concierto.
Mana concluyó la noche con un bis que dejó a la multitud en un estado de euforia, y cuando los últimos acordes de "Corazón Espinado" resonaron en el estadio, quedó claro que este concierto se había consolidado en los anales de la legendaria carrera de Mana.
Al final, la Gira México Lindo y Querido de Mana en la Ciudad de México fue más que un simple concierto; fue una profunda celebración de la cultura mexicana, la unidad y la resiliencia. A través de su música y su dedicación a sus seguidores, Mana sigue siendo un faro de esperanza e inspiración, demostrando una vez más por qué son una de las bandas más queridas y perdurables en la historia de la música latina.
_________________________________________________________________________________
Mana, the iconic Mexican rock band, took the stage at the legendary At&T Center last night, marking another unforgettable chapter in their storied career. With their Mexico Lindo y Querido Tour in full swing, this concert was nothing short of a musical celebration of their love for their homeland and their dedication to their fans. As the crowd swelled with excitement and anticipation, the stage was set for an electrifying night.
Before delving into the heartwarming dedication, let's take a moment to appreciate the history and significance of Mana. Formed in 1986, the band quickly became pioneers of Latin rock, blending elements of rock, pop, and Latin American influences to create a distinctive sound that has resonated with fans worldwide. With numerous awards, including multiple Grammy Awards and a place in the Rock and Roll Hall of Fame, Mana's influence on Latin music cannot be overstated.
The opening chords of "Labios Compartidos" sent a wave of euphoria through the stadium, setting the tone for the evening. The band's energy was infectious, and the crowd responded with fervent cheers and passionate singing along. "Mariposa Traicionera" followed, further igniting the audience's collective spirit. It was evident that Mana's music has transcended generations, as fans young and old came together to revel in the timeless hits.
However, the most poignant moment of the evening occurred when Mana dedicated their classic song "El Reloj Cucu" to Maite Rodriguez, one of the victims of the tragic Uvalde incident. The band's lead vocalist, Fher Olvera, addressed the crowd with a heartfelt speech about the importance of remembering those who had suffered, and the healing power of music. Tears welled up in many eyes as they played the soulful ballad.
As the song reached its emotional climax, Maite Rodriguez's mother, sitting in the front row, was invited to the stage. It was a deeply moving moment as she embraced the band members and the crowd showed their support with a thunderous applause. Mana's gesture of compassion and solidarity not only paid tribute to Maite but also demonstrated the band's unwavering connection to their fans and their homeland.
Throughout the night, the band's performance was flawless. The chemistry between Fher Olvera (vocals/guitar), Alex González (drums), Sergio Vallín (guitar), and Juan Calleros (bass) was palpable, showcasing their decades of musical camaraderie. The stage design and visuals were a feast for the eyes, enhancing the overall concert experience.
Mana concluded the night with an encore that left the crowd buzzing with euphoria, and as the final chords of "Corazón Espinado" resonated through the stadium, it was evident that this concert had solidified its place in the annals of Mana's legendary career.
In the end, Mana's Mexico Lindo y Querido Tour in Mexico City was more than just a concert; it was a profound celebration of Mexican culture, unity, and resilience. Through their music and their dedication to their fans, Mana continues to be a beacon of hope and inspiration, proving once again why they are one of the most beloved and enduring bands in Latin music history.
Comments